El feriado de Todos Santos, fue sin duda una excelente ocasión para
aprovechar los días de descanso y recorrer los caminos
de nuestra Bolivia, visitando el Salar de Uyuni en tan sólo
tres días, ubicado en las provincias Nor Lípez
y Daniel Campos del Departamento de Potosí (3.960msnm),
con una extensión aproximada de 12.000 Km2, a una altura
de 3.653 msnm, rodeado de montañas volcánicas y
poseedor de mas de 32 islas con ecosistemas singulares. La ciudad
más cercana también lleva su nombre, cuenta con
una población aproximada de 11.320 habitantes, la temperatura
oscila los 10º C, con baja precipitación fluvial
y radiación solar intensa.
La expedición iniciamos de madrugada el viernes 2 de
noviembre, partiendo de la urbe paceña (3.577msnm)
por la carretera asfaltada rumbo a la ciudad de Oruro (3.709
msnm), en la misma pudimos agruparnos con todas la movilidades
que se inscribieron para emprender la travesía, nos acompañaron
tres vehículos del vecino país del Perú.
Formando una caravana de 11 participantes, emprendimos viaje
hacia Huari ubicado a 373km de nuestra ciudad de origen,
en la carretera nos desviamos por un camino de tierra pedregoso
y condiciones desfavorables con dirección al Municipio
de Quillacas, lugar donde hicimos una pausa, compartiendo un
refrigerio con la caravana y visitando la iglesia del lugar,
la cual es una de las más reconocidas por su arquitectura,
tiene como patrono al Señor de Quillacas, su aniversario
es en el mes de septiembre, donde llegan muchos devotos de distintas
zonas del país y del exterior.
Una vez terminado el descanso, continuamos viaje hacia Salinas
de Garci Mendoza, población ubicada en el departamento
de Oruro, conocida por su excelente producción de quinua
real, alimento de gran potencial nutritivo. Finalizando la tarde,
arribamos a la población de Tahua, ubicada en las faldas
del volcán Thunupa al noreste del Salar, donde nos esperaron
con una merecida cena en el hermoso Hotel de Sal, perteneciente
a la Red de Hoteles Tayka, donde aprovechamos para programar
los detalles del paseo del día siguiente al Salar de Uyuni.
El día sábado 3 de noviembre, después de
un merecido descanso alistamos los autos rápidamente para
atravesar el Salar, fue sin duda una experiencia inolvidable,
por la libertad que te brinda su extensa planicie para manejar,
el misticismo que ofrece y el impresionante escenario que se
puede disfrutar al ver que el cielo y el suelo de sal se unen
en el horizonte, es sin duda una de las maravillas naturales
más grandes del mundo. También visitamos las islas
del Pescado e Incahuasi, esta última se ubica a 164 km.
de la ciudad de Uyuni, se encuentra colmada de cactus de hasta
12mts de altura, donde aprovechamos el paisaje para tomar fotografías,
con el tiempo cronometrado almorzamos en la ciudad de Uyuni,
compramos recuerdos hechos de sal y continuamos viaje hacia nuestro
segundo destino, San Pedro de Quemez; sin embargo, al partir
tuvimos algunos inconvenientes mecánicos que nos retrasaron
favorablemente, ya que pudimos apreciar un atardecer espectacular.
Entrada la noche llegamos a nuestro segundo destino, donde después
de una jornada intensa tuvimos un recibimiento inolvidable en
el Hotel de Piedra (Red de Hoteles Tayka), nos esperaron con
un grupo autóctono que interpretó las melodías
típicas de la región y una cena deliciosa. La población
de San Pedro de Quemez, es reconocida por la historia boliviana,
ya que durante la invasión chilena en la Guerra del Pacifico
en 1879 el pueblo entero fue quemado.
El domingo 4 de noviembre, último día de la travesía
visitamos las Cuevas del Diablo y la de las Galaxias (caverna subacuatica
actualmente seca y formada en la etapa previa a las glaciaciones)
ubicadas a 7 km. de la población de Aguaquiza, finalmente
llego la hora de partir a nuestros lugares de origen, en medio
del Salar cada quien tomo su rumbo pues nuestros destinos se dividían,
gustosos de haber compartido grandes momentos, conocido lugares
inolvidables y las nuevas amistades, nos separamos deseando reencontrarnos
en otra oportunidad. Los que regresamos a la ciudad de La Paz,
lo hicimos por el camino de Colchani, Río Mulato, Sevaruyo
hacia Huari que presentaba mejores condiciones que las demás
rutas.