Un 18 de agosto del 2007 con motivos relativamente laborales se dio la oportunidad
de ir hacia el norte paceño, a modo de salir un poco de la rutina
y encontrar algo de clima más templado debido al duro invierno del
cual estábamos saliendo.
El primer tramo consistió en ingresar a los yungas por el camino
antiguo, el cual se encuentra en relativo buen estado de mantenimiento pese
a que ya no se transita por ahí, pero si es una de las vías
más atractivas para los turistas que lo recorren en bicicleta. Al
llegar a Coroico nos encontramos con una marcha de protesta de quien
sabe que,, cansados de ver estas situaciones en la ciudad no tardamos mas
de 5 minutos en salir de ahí rumbo a la localidad de Caranavi.
En Caranavi la cosa muy distinta, un agradable clima sub tropical, y la
paz y tranquilidad que caracterizan a esta población, aprovechamos
de saludar a nuestros amigos del Hostal Caturra Inn quienes siempre nos reciben
con las gentiles atenciones que los caracteriza.
A partir de ahí tomamos el rumbo hacia Teoponte, a no mas de dos
horas llegamos a la que en algún tiempo fue una de las zonas auríferas
mas productivas del norte, pues ahora es mas parecido a un pueblo fantasma.
De ahí luego de indagar un poco tomamos la decisión de animarnos
a ir por el camino que pasa por Mayaya y se comunica con el Alto Beni. Acertada
la decisión, pues pintorescos paisajes nos acompañaron por
el transcurso de 6 horas aproximadamente, lo que si es un camino relativamente
transitable en época seca, pues ese tramo con lluvia debe tornarse
muy complicado por la cantidad de ríos que cruzamos y lugares que
se nota que son fangozos.
Para nuestra sorpresa a unos minutos pasando Mayaya nos encontramos ya con
un camino perfectamente empedrado, una obra muy importante que une varias
comunidades de los alrededores y facilita el transito de los colonos y agricultores.
Mas adelante una vez terminado el empedrado ya se respiraba aire tropical,
era ya un clima más húmedo, el Alto Beni nos daba la bienvenida
con su hermoso paisaje, pese a estar algo nublado y con indicios de humo
debido a los chaqueos característicos de la época.
Ahí si tuvimos algunos percances en nuestra decisión de acampar
bajo el puente Sapecho que pasa por sobre el río La Paz, pues un entramado
de caminos y desvíos nos hicieron perder como una hora y media, pese
a todo persistimos en nuestro deseo y llegamos luego de muchas vueltas al
puente, hermosa e imponente estructura de mas de 600 metros de largo.
Ya casi obscureciendo cruzamos un tramo del río con el agua hasta
tapar los neumáticos, llegamos a una especie de islote, ahí armamos
la carpa y tras conseguir algo de leña pusimos a cocer nuestro bife.
Luego de comer bien y unas cervezas de por medio, un reparador descanso nos
esperaba después de 12 horas de manejo.
Al día siguiente el retorno seria por el camino normal a Caranavi
y a La Paz, los caminos en buen estado en el tramo inicial ya que el Proyecto
OSCAR había estado realizando el mantenimiento de estas rutas,
pero la alegra duro poco pues 1 hora antes de llegar a Caranavi la plataforma
estaba muy dura, con mucha piedra y baches, el resto, ya es la carretera
nueva por la cual no se tiene ningún inconveniente.
Así termino nuestro “paseo” de fin de semana recorriendo
casi 800 km en los dos días, vale la pena destacar que este mismo
tramo seria estupendo realizarlo en otra oportunidad en 3 días, excelente
para gente que busca aventura y gusta de la naturaleza del norte paceño.