Corriendo con un Toyota 4x4, Bulacia —de Santa Cruz— fue más rápido que el N-4 del potosino Rolando Careaga, vencedor el día anterior de la clasificación en Achocalla. Ambos estuvieron afortunados, a diferencia de otros pilotos de punta, que se retrasaron o abandonaron por diversos motivos.
El único percance de Bulacia fue la falta de gasolina a 30 kilómetros de Yucumo, punto intermedio de la etapa, por lo que tuvo que bajar la velocidad de su coche a unos 80 kilómetros por hora para llegar con las justas a esa meta parcial.
Careaga contó que su auto respondió “a las mil maravillas” y que no tuvo que soportar ni siquiera un pinchazo de llanta, así que llegó íntegro a San Ignacio de Moxos, pero en segundo lugar.
Tres minutos, siete segundos y tres décimas es la diferencia que Bulacia le sacó a Careaga en la etapa. Entre los autos, el tercer mejor tiempo fue el del cruceño Francisco Laguna (N-4), aunque lejos —unos 25 minutos— del puntero.
El mejor de la categoría 1.600 Libre fue el tarijeño Víctor Hugo Mendoza, su coche anduvo bien, pero sacó mayor tajada de los problemas que confrontaron los favoritos, empezando por el paceño Víctor Alanoca, que se salió del camino en la primera prueba cronometrada protagonizando un accidente con suerte.
De Rada tenía motivos para estar enojado, ya en el primer tramo se retrasó varios minutos, y en el segundo le pasó lo que no suele pasar: pinchó tres llantas y entró a la meta con una sola rueda sana.
Las motos. Espectáculo aparte hubo sobre dos ruedas, y el dominio fue de los Herboso, Jhonatan el hijo le ganó a Freddy, el papá, ambos representando a Cochabamba.
Comparando los tiempos, el ganador en motos (450 c.c.) hizo el segundo mejor tiempo total de la primera etapa. Jhonatan —que al cabo del primer tramo era líder absoluto— sólamente fue superado al final de la jornada por el 4x4 de Marco Bulacia y le ganó al N-4 de Rolando Careaga por tres segundos.
El tercero en el podio de las motos fue el también valluno René Junstein, con un tiempo muy cercano al de Freddy Herboso.
Los datos
Tramo uno
La carrera partió del puente Santa Bárbara, pasó por Caranavi y llegó a Yucumo. Fue el tramo más duro y el de los accidentes.
Tramo dos
De Yucumo a San Ignacio de Moxos los coches sufrieron sobre todo pinchadura de llantas. De Rada perdió tres.
Hoy habrá descanso en la ciudad de Trinidad.
La versión de
Marco Bulacia:
‘Me gustaron los dos tramos’
Ha sido una etapa muy linda y veloz, me gustaron los dos tramos. En el primero, aunque bastante trabado, me adapté y supe manejar bien. En el segundo aceleré a fondo hasta estar en el polvo de Careaga, así que tuve que reducir la velocidad porque fue imposible pasarlo.
Rolando Careaga:
‘Me asusté en el primer tramo’
Fue muy exigente, por suerte logré el primer puesto (en el Grupo N-4). No tuvimos, felizmente, ningún percance. Me asusté en el primer tramo, la verdad era un camino muy delgado y con precipicios inmensos. Manejé al pie de la letra sobre lo que mi copiloto me cantaba.
J. Herboso:
‘Felizmente llegué sano y salvo’
Nunca me imaginé correr un Gran Premio tan difícil, felizmente llegué sano y salvo a la meta y eso es lo que importa. Varias veces estuve por caerme, había huecos que provocaron saltos increíbles. A pesar de todo lo trabado, logré mantener un buen ritmo de velocidad.
El coche 31 cae 100 metros y los pilotos se salvan
Una curva y contracurva se hizo incontrolable para Heriberto Laguna, que por la velocidad que imprimía no pudo impedir que su auto, un Toyota color rojo con el número 31 de la categoría 1.600 Libre, se saliera del camino y se precipitara 100 metros, en el más grave accidente de la primera etapa del Gran Premio, en el que él y su navegante, Marco Carvajal, salvaron la vida milagrosamente.
El hecho ocurrió cerca del kilómetro 52, bajando de La Cumbre hacia Yucumo, cayendo a un sitio casi inaccesible que hizo difícil el rescate de los ocupantes del auto siniestrado.
Para fortuna de ambos, el servicio médico de la Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo (Febad) estaba cerca, y uno de los primeros en llegar hasta donde finalmente se detuvo el coche, fue el médico Marcelo Pariente, que se encargó de estabilizar a los pilotos.
“Heriberto estaba perdido, le aplicamos una medicación que lo hizo reaccionar. Su copiloto reaccionó más rápido”, contó el galeno, quien aseguró que en ningún momento hubo —en ambos casos— riesgo vital, por la oportuna intervención del servicio.
Marco Carvajal fue sacado primero; tardó más el rescate de Laguna, en ambos casos fue decisiva la actuación de efectivos de Umopar que tuvieron que utilizar un equipo especial para completar la labor.
Los dos fueron trasladados hasta el hospital de Caranavi “estables”. El piloto tiene fracturas en ambos brazos; el copiloto, en el antebrazo derecho. El coche quedó completamente destrozado.
Abandonan 26 autos y siete motos
Más de la mitad
La dura primera etapa ocasionó un drástico recorte del número de participantes en el Gran Premio Nacional. De acuerdo con los datos oficiales de la Febad, de los 48 coches que largaron, 26 abandonaron. Y de las 21 motos, sólo quedan 14 (se fueron siete).
Con suerte
Víctor Alanoca y su hija Fátima pasaron el susto de su vida. El coche se salió del camino, pero con suerte, porque sólo se encunetó. Los dos, piloto y navegante, salieron ilesos y el vehículo sólo sufrió algunos golpes. Los Alanoca estaban pensando ayer en reengancharse y continuar la carrera mañana.
Moto en llamas
La moto de Nelson Andrade se incendió cuando pasaba por San Borja. El piloto sufrió heridas menores. Con ayuda de algunos pobladores, logró apagar las llamas del vehículo. Mientras que Rosalindo Caliba sufrió una fuerte caída por esquivar un pozo, tiene luxación de cadera.
