Con una enorme sonrisa y con una bebida energética en la mano izquierda Leonardo Martínez y su hijo Diego quien llevaba en su mano el casco que utilizará en e Rally Dakar, se mostraban más tranquilo -mientras se enteraban de que mañana deben estar presentes con el uniforme de carrera para la foto oficial- que ayer lo cual no era para menos, tomando en cuenta que habían superado la inspección técnica e ingresado sus máquinas en la zona de donde las retirarán la madrugada del sábado para afrontar la simbólica seguida de los primeros kilómetros que conforman la primera etapa del rally raid más duro del planeta.
Ya estamos más tranquilos, afirmó Leonardo, mientras que en su rostro se dibujaba una enorme sonrisa, tras la cual se le escuchó decir que estamos así porque sabemos que hemos cumplido con todas las exigencias técnica y ahora sólo nos queda esperar el orden de largada, subrayó.
A su vez su hijo secundó a su progenitor indicando que con cada día que pasa las ansias por largar lo invade, sólo espero la hora de la largada para ver hecho realidad este sueño, dijo.
